Se acerca el mes de septiembre y con él la vuelta al cole, en sentido literal en el caso de los más pequeños de la casa y la vuelta al cole entendida como el periodo en el que los adultos terminamos nuestra etapa vacacional y nos reincorporamos al mundo laboral.
Muchas personas viven este momento como un periodo de abatimiento en el que sienten que 'se acabo lo bueno' y ahora empieza la cruda realidad.
Si bien es cierto que esta 'vuelta al cole' encierra tanto para mayores como para pequeños la vuelta a la rutina de nuestros quehaceres y con ella quizás, a los madrugones a la tiranía de estar pendientes del reloj y a cierto nivel de estrés, no todas las personas lo viven como algo negativo.
¿Que diferencia unas personas de otras? La clave esta en nuestros pensamientos. Lo que nos diferencia es como interpretamos y evaluamos las situaciones que la vida nos presenta. Es por ello que ante situaciones similares o iguales cada persona responde de una manera. Encontramos personas con una actitud positiva ante la vida y a otras con una tendencia negativa muy arraigada, lo que les suele generar un alto grado de sufrimiento.
Sobre el tema que nos ocupa, en los últimos años se ha oído hablar mucho de la llamada DEPRESION POSTVACACIONAL. Este es un tema que ha generado gran controversia entre los profesionales, entre los que piensan que existe como entidad diferenciada y los que pensamos que no existe como tal, que además no es bueno que medicalicemos y psicologicemos cada situación de la vida que tenga tintes negativos. y que es mas bien un termino acuñado casi coloquialmente o como un concepto de marketing.
Sin embargo es cierto que cuando hablamos de depresión post vacacional hablamos de algo que sí les sucede a muchas personas cuando llega el momento de reincorporarse a su puesto de trabajo. Muchas de ellas experimentan una serie de síntomas, siendo los mas frecuentes: irritabilidad, cansancio, apatía cierto nivel de angustia, desilusión y un estado de animo decaído y negativo. En algunos casos mas graves podría cursar con síntomas físicos como trastornos digestivos, dolores de cabeza o síntomas relacionados con la ansiedad como taquicardias.
Es una sensación similar a la que se produce en lo que la Psicóloga Mª Jesús Álava Reyes en su libro La Inutilidad del Sufrimiento denomina Síndrome de la víspera es decir, “la sensación de que el fin de semana ya ha terminado” y nos repetimos frases del tipo: ¡Que fastidio, otra vez mañana es lunes! ¡Menuda semanita de trabajo me espera!” Etc... y “Son estas frases interiores que nos formulamos las responsables de nuestros estados emotivos”
La llamada depresión post vacacional es simplemente un periodo de adaptación que unas personas afrontan mejor o peor que otras.
¿Como podemos combatirla? Al igual que en el Síndrome de la víspera o del domingo tarde y, podríamos decir al igual que en muchas situaciones de nuestra vida, es esencial mantener una actitud mental positiva.
Algunas claves que nos podrán ayudar serán:
Que la reincorporación se produzca poco a poco. Quizás no sea posible reincorporarse gradualmente de forma física o literal ya que es cierto que pocas empresas permiten esto, ya que desde el principio exigen cumplir la jornada laboral completa. Pero si podemos incorporarnos de forma paulatina mentalmente. Es decir, no nos exijamos 'darlo todo' desde el primer día. Debemos ser pacientes con nosotros mismos y entender que es natural que los primeros días de trabajo nos cuesten mas o estemos mas despistados. Concedámonos tiempo para ir poniéndonos al día con el trabajo.
Algo que también nos ayudará será no pasar del ultimo día de vacaciones a trabajar al día siguiente. Es bueno que haya un tiempo previo en casa en el que nos mentalicemos de la vuelta y vayamos adoptando algunas practicas que hagan la reincorporación menos brusca, por ejemplo ir gradualmente adelantando la hora de levantarnos. Si hemos pasado unos días de vacaciones sin horario para despertarnos, vayamos fijándonos un horario paulatino, así cuando suene el despertador nuestro primer día de trabajo no sera tan 'traumático'.
Planteemos nuevos retos para el nuevo año. Quizás algunos puedan ser metas no alcanzadas durante el año anterior. No nos demos por vencidos, ahora tenemos fuerzas renovadas y es el mejor momento para retomarlas.
También pueden ser nuevos propósitos para el 'nuevo curso'. Las personas funcionamos mejor cuando nos fijamos nuevos objetivos. Intentemos no ver nuestro trabajo como algo rutinario en el que de Lunes a Viernes se convierte en simplemente un ritual que llevar a cabo. Planteemonos de que formas podemos romper esa rutina. Para ello las nuevas metas nos infunden ilusión y energía mental. Así que ¡Adelante!
Centrémonos en lo positivo de nuestro trabajo. Es cierto que cuanto mas tedioso o aburrido sea nuestro trabajo aumentan las posibilidades de padecer depresión postvacacional pero como ya hemos mencionado anteriormente todo es cuestión de planteamiento mental, de en que cosas centramos nuestros pensamientos.
Si a la vuelta de las vacaciones constantemente pensamos lo horrible que es nuestro trabajo, lo insoportable que es nuestro jefe o a que no nos llevamos muy bien con cierto compañero (por poner unos ejemplos) sin lugar a dudas nos sentiremos cuanto menos tristes y abatidos. Pero si en lugar de ello intentamos alimentar nuestros pensamientos con aspectos positivos que pueda tener nuestro trabajo, como por ejemplo, que aunque existan los factores antes mencionados, tenemos un buen horario que nos permite pasar mas tiempo con la familia u otras actividades; o que aunque no nos llevemos muy bien con un compañero el ambiente general es bueno etc. esto nos ayudara a mantener una actitud mas positiva ante la vuelta.
Reservemos tiempo para actividades placenteras y de ocio. No nos dejemos invadir por nuestra jornada laboral. Es importante que reservemos algo de tiempo cada día para realizar otras actividades que nos despejen de nuestra rutina laboral. Dedicar algo de tiempo para practicar deporte, alguna de nuestras aficiones o simplemente para descansar es algo que debemos incorporar a nuestro día día si queremos ir recargando nuestra energía.
Recordarnos que es un periodo de adaptación. Todas las personas en un mayor o menor grado experimentamos este estado de animo. Debemos recordarnos a nosotros mismos por tanto que es un proceso normal , natural y pasajero que en la mayoría de los casos desaparece en unos días sin revestir mayor gravedad.
Y si vemos que el tema se nos escapa de las manos: relajación. Un sencillo ejercicio de relajación como la respiración diafragmática puede aliviarnos y es una buena costumbre para realizar a diario. En unos días notaremos los resultados si somos constantes. Los ejercicios son los siguientes:
Inspirar LENTAMENTE dirigiendo el aire a la zona del abdomen. Algo que sirve de ayuda es colocar las manos sobre el abdomen (donde terminan las costillas). Al inspirar notaremos como las manos se elevan, no así la zona de los hombros y el pecho.
Retenemos el aire inspirados un par de segundos.
Expiramos el aire también lentamente. Podemos valernos de la visualizaron de una imagen que induzca a la relajación como un paisaje, aguas en movimiento etc o de alguna palabra tranquilizadora como paz, relax...
¿Que podemos decir de la vuelta al cole de los escolares?
En el caso de los mas pequeños la vuelta al cole y con ello la vuelta a la rutina plantea para los padres un reto en cuanto a la llegada de nuevo de los horarios poco flexibles, las prisas, los 'malabares' en algunos casos que muchos padres tienen que hacer para conjugar los horarios del colegio con los suyos propios laborales,los gastos en cuanto a material escolar etc.
Pero reconozcamos que también el regreso de los niños al colegio, a su rutina, proporciona a los padres mayor libertad y algo mas de tiempo libre, en cuanto que no tienen que estar cuidando de ellos las 24 horas del día como sucedía en vacaciones.
Para muchos niños la vuelta al cole origina una serie de miedos, ansiedades, nerviosismo ante el nuevo reto de un curso superior, al que quizás se vean incapaces de superar.
Para otros muchos la vuelta al cole es significado de alegría al reencontrarse con sus compañeros y amigos y poder contarse como fueron sus vacaciones, y al poner fin al aburrimiento que a veces les ocasiona estar rodeados en verano de adultos que no juegan tanto con ellos como su grupo de iguales con que el ahora se reencuentran.
¿Como conseguir que para nuestros hijos la inminente llegada del nuevo curso escolar sea percibida como algo positivo y no como un momento de su vida de nervios y llanto?
Aunque cada niño nace con su propio temperamento en este punto tiene una gran labor los padres. Deben ser ellos los encargados de transmitirles tranquilidad y positividad. Deben 'contagiar' en ellos:
ENTUSIASMO. Algo que ayudara sera preparar con ellos el material escolar, ir a comprarlo juntos e incluso dejar que ellos elijan algo del mismo. Hojear previamente los libros con ellos.
CONFIANZA en su capacidad de superación del nuevo curso y en sus habilidades intelectuales.
SEGURIDAD en sus propias habilidades de afrontamiento de nuevos retos y en que en cualquier caso no se encontraran solos. Siempre contaran con nuestra ayuda
NUEVOS PROYECTOS. Como mencionábamos en el caso de los adultos, también los niños necesitan percibir nuevas ilusiones y metas. Quizás sea el momento de plantearnos como padres inscribirles a otras actividades como gimnasia u otras actividades extraescolares que les gusten. Siempre teniendo en cuenta que es bueno que disfruten de ese tiempo siempre y cuando no les sobrecarguemos.
Todos estos puntos son prácticos tanto en el caso de niños que pasan de curso escolar como en el caso de niños que empiezan por primera vez su etapa escolar.
No inculquemos nunca en nuestros hijos inseguridad ante las nuevas circunstancias que se vayan sucediendo en su vida. Es imprescindible ir conformando su autoestima y fortaleza psicológica desde que son pequeños y estas situaciones, como la vuelta al cole son oportunidades para hacerlo.
Esta nueva etapa brinda a los niños la oportunidad de ir adquiriendo madurez, de ampliar sus recursos personales para superar las crisis personales, para ir aumentando la tolerancia a las pequeñas frustraciones, para aprender compañerismo, trabajo en equipo, generosidad, responsabilidad y un largo etcétera.
En resumen, tanto en adultos como en pequeños recordemos siempre que lo que determinara como nos enfrentemos a la vuelta al cole sera nuestra actitud mental. No dejemos que nuestros pensamientos negativos y catastrofistas determinen nuestras emociones.
¿Por que no educar nuestra mente y aprender a controlar nuestros pensamientos para vivir con una actitud mas positiva? ¡Una buena meta que todos podemos plantearnos para el curso que viene!
Para cualquier otra consulta al respecto puedes dirigirte a:
Leyre Peral. Psicologa
Teléfono: 916640512 / Móvil: 678413821
Correo: leyreperal@cop.es / http://www.psicologaclinicamostoles.es/
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